Este proyecto consiste en repensar, reorganizar y reformar una vivienda de 120 m² en buen estado, situada en un entorno rural a las afueras de Pollença, Mallorca. Aunque funcional, la casa no respondía a las necesidades de los clientes, que querían mejorar su eficiencia energética, ganar luz natural y reforzar la conexión con el exterior.

La distribución original no aprovechaba la orientación ni las vistas, situando los espacios principales en una zona central poco iluminada y con circulaciones poco claras. Proponemos una redistribución completa, trasladando las zonas de día al sur, más soleado y orientado hacia la zona agrícola, con nuevos ventanales que conectan con la terraza, que pasa a ser el espacio exterior principal, protegido por una pérgola metálica y vegetal que actúa como filtro solar y térmico.

Las zonas más privadas —habitaciones y baños— se desplazan al centro y al norte de la casa, ganando en privacidad y con una iluminación equilibrada. La nueva distribución de estancias y aperturas permite, por un lado, una óptima ventilación cruzada y, por otro, un juego de visuales y circulaciones que amplifican la percepción espacial en una vivienda que, pese a su compacidad, ofrece una elevada sensación de confort mediante soluciones sencillas.